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lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Por qué se equivoca Dios?

Parte 1
Hechos 11…
Cuando leo esta historia creo que a veces tratamos de decirle a Dios: “estás equivocado mano, ¿que no has leído la biblia o qué onda?”.
Existe un concepto muy de moda, sobre todo en el ámbito empresarial y de negocios llamado “rompiendo paradigmas”. Esto nos remite a un hecho elemental en el cristianismo: romper tu esquema mental, no conformarse a este siglo. (Romanos 12)
Los que hemos tenido la bendición de ser “cristianos” desde hace demasiados años, fuimos testigos de cómo hemos “evolucionado” (una palabra rara para nuestro argot). ¿Recuerdan cuando los hombres se sentaban de un lado y las mujeres del otro? O ¿cuando no se podía pensar en tocar la batería en los himnos? O ¿cuando las mujeres no podían tener cargos importantes dentro de la iglesia y debían usar velo? …
Aunque muchos de esos esquemas mentales quedaron en el olvido, muchos aun no comprendemos que lo que está bien en un “mover” para otro mover es obsoleto. Lo mejor de nuestro Dios es que Él se va adaptando a nuestro tiempo y se vale de nuestro entorno.
Debemos estar atentos y sensibles al Espíritu, pues es Él, el que nos mostrará la verdadera y perfecta voluntad de Dios. Debemos entender que Dios se mueve como quiere y así como en un tiempo, se valió de una serpiente de bronce o de un cofre de oro o de un altar o de un templo, puede seguir cambiando su manera en que veamos su voluntad y dirijamos nuestros ojos a Él.
En resumen… “cuando tienes ojos antiguos para una visión nueva… hasta Dios parece que se equivoca delante de ti”

Aportación de:
Joselo Zaragoza


Sophie A. Habere
Editor in Chief

martes, 20 de septiembre de 2011

Leo, pienso, soy distinto.


Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Pablo en su carta a los romanos en el capítulo 12 nos invita a no ser como los demás, sino que renovemos nuestra forma de pensar.
Pero ¿cómo actúan todos los demás?
o mejor aún, me gustaría saber qué es lo que hace a una persona cristiano (o al menos diferenciarse como tal). Alguna vez escuché que un cristiano no demuestra su cristianismo en la iglesia (el lugar de reunión) sino lo demuestra, en teoría, fuera de ella. Dejando a un lado lo místico, debemos preocuparnos ahora por lo que es igual de importante: el conocimiento de quién es Dios. Me parece que hoy más que nunca debemos leer, y un buen comienzo es empezar a leer la Biblia (pero sobre todo a escudriñarla). En la primera carta de Pablo a Timoteo le indica que debe concentrarse en la buena doctrina y hace referencia a los que se dedican a predicar doctrinas falsas, pero me llama la atención que Pablo dice: “…en realidad no saben de qué hablan ni entienden lo que con tanta seguridad afirman” (1 Timoteo 1:3-7). Lo que me hace pensar que si solo nos dedicamos a hablar sin entender lo que estamos creyendo, caeremos en este error que nos habla Pablo y que nos llevará a discusiones y controversias inútiles sin sentido.
Parte de la actual sociedad me recuerda a un libro que leí hace mucho llamado “Un mundo feliz” (A Brave New World) de Aldus Huxley, en el cual hablaba (hace casi 80 años) de una sociedad futurista en la que se buscaba la felicidad dejando de complicarse la vida y solo disfrutando de lo que la vida te daba en todas y cada una de las clases sociales. Y Existe otro libro que me gustaría recomendar que se llama Farenheit 451 en el cual Ray Bradbury también nos habla de una sociedad futurista cuyo único objetivo es convertir las cuatro paredes de su casa en televisiones, en esta sociedad los libros son quemados y prohibidos pues al leerlos te hacen pensar y pensando no puedes ser feliz. Estas dos novelas que tienen más de medio siglo de haber sido escritas me recuerdan mucho a nuestra sociedad actual.
Lamentablemente al mexicano promedio no le interesa leer, llámese biblia, libros de doctrina cristiana, secular, novelas, etc. Pero sabemos que a nosotros como cristianos no solo nos debería interesar leer, sino aplicar a nuestras vidas lo que leemos.
Para concluir, Pablo nos invita a que seamos diferentes al pensamiento de los demás y solo lo lograremos comenzando a pensar y a obtener conocimiento, principalmente sobre cuál es la voluntad de Dios.
Aportación de:
Joselo Zaragoza


Sophie A. Habere
Editor in Chief

martes, 30 de agosto de 2011

Pensamiento Científico


Existe un pasaje en 1 Corintios 1:22-23 que dice:
“Los judíos piden señales milagrosas y los gentiles buscan sabiduría, mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado”.

Podríamos comenzar preguntando: ¿Qué somos nosotros? ¿Cuál es nuestra identidad dentro de lo que señala Pablo en este pasaje?

Si decimos que somos lo que Pablo señala como “NOSOTROS”, entonces te preguntaría: ¿tu no buscas milagros? o ¿dejas a un lado la sabiduría? ¿Qué significa predicar a Cristo crucificado?...

Tengo más preguntas: Si decimos que Dios creó TODO, ¿Dios creó también las tinieblas o la adversidad? … ¿y la maldad?

Como cristianos muchas veces no podemos contestar a este tipo de preguntas pues nos encontramos sin respuestas. Y nos encontramos sin respuestas porque aún no tenemos el conocimiento para poderlas responder. Un problema muy grave es que sabemos que tenemos la Verdad, pero no podemos explicarla. No podemos considerarnos mecánicos automotrices, solo porque sabemos encender el auto y manejarlo por la ciudad, sin conocer cómo funciona lo más importante: el motor… Así, nosotros debemos conocer cómo funciona esto que llamamos cristianismo.

C.S. Lewis en su obra de “Cartas del diablo a su sobrino” nos indica que lo peor que puede hacer un cristiano es creer que sabe todo o lo suficiente como para dejar de aprender o investigar, o bien, que no investigue adecuadamente por preocuparse por estudiar la “verdad” sin entender qué o quién es la Verdad.

Todo esto puede asustarnos como cristianos pues creemos que todas las ciencias tienen como objetivo entender el por qué de las cosas, para quedarse con lo que asumen real, con lo visible con lo comprobable, con lo lógico, lo cual pensamos que nos alejaría de Dios. No debatiré el tema, pues lo que quiero es retar a que como cristiano te involucres en el pensamiento científico y puedas comprobar que la Ciencia no te aleja de Dios.

Espero que puedas compartirme tu experiencia…
Aportación de:
Joselo Zaragoza


Sophie A. Habere
Editor in Chief

jueves, 28 de julio de 2011

Cristianismo consciente


Yo muchas veces me he cuestionado acerca de qué es el cristianismo, a veces me lo puedo responder, pero a veces me es muy difícil entenderlo.
El problema en muchos cristianos de hoy en día es el que si preguntas ¿qué es el cristianismo? Sus respuestas serán muy semejantes a estas:
Seguir a Cristo
Un estilo de vida
Tener a Jesús en tu corazón.

Lo que a continuación diré es algo muy personal, pero que quiero compartir, así que espero lo pueda expresar de la mejor manera.
Muchas veces hemos dicho: “Jesús no es una religión”, pero ¿hasta qué punto podemos entender esto?; otras religiones hacen aproximadamente lo mismo que nosotros los cristianos hacemos en un 80 o 90 % ; se reúnen, cantan, leen (casi en la misma medida), oran (o rezan), se saludan entre ellos, etc., etc., etc.… Y nosotros nos concentramos en decir: la diferencia es que nosotros tenemos la razón.

Cuando leí por primera vez una parábola de las que contaba Jesús dije “está bonita la historia, pero… ¿qué quiere decir?” Ahora creo que lo que Él pretendía era que utilizáramos nuestro raciocinio, la única cosa que claramente nos distingue de las demás criaturas. Era muy fácil para Él decir “Si mi Padre te dio algún talento, úsalo o no te irá bien; y lo puedes utilizar de las siguientes maneras: … “ . Pero no lo hizo así, sino que les contó una historia acerca de 3 personas. Ahora el mismo Jesús explica lo que pretendía hablando con parábolas (Mateo 13:10-17). Su principal intención era que no le siguieran solo por seguirlo, sin razonar, lo que pretendía era que ¡¡¡pensaran!!!
Mi invitación es a no ir por ir a la congre o emocionarse con un canto. Mi invitación es a que todo, absolutamente todo lo razonemos, en la medida que nos es posible poder analizar hasta la más mínima palabra que el predicador nos dice cada domingo.

Me aterra la idea de pensar en que el cristianismo pueda entrar en una especie de Edad Media o en un Oscurantismo por la falta de conocimiento de la iglesia (Oseas 4:6). Esto lo podremos evitar, generando un conocimiento genuino cristiano o como lo he denominado por el momento “cristianismo consciente”.
Lo primero que tendremos que hacer por el momento es pensar en una mejor respuesta, o bien, una que SI conteste a la pregunta: ¿qué es el cristianismo?

“… porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.” (Jesús)
Aportación de:
Joselo Zaragoza


Sophie A. Habere
Editor in Chief